¡Vamos a ser sinceros! Una vez rebasada nuestra juventud, una vez que ya hemos conseguido hacer nuestros mejores marcas, normalmente en nuestra treintena, lo que nos queda es seguir disfrutando del deporte que más nos gusta, el running. Lo importante es seguir sintiéndose competitivo, a un nivel inferior, pero ver que podemos apretar, que unas buenas semanas de entrenamientos elevan nuestro nivel y, sobre todo, que lo podemos hacer sin dolores.
Aquí van cinco consejos para que puedas seguir devorando kilómetros muchos años.
- Trabaja la movilidad articular. Lo llaman el aceite para las articulaciones, el lubricante de nuestro cartílago articular. Para conseguir esta lubricación basta con realizar movimientos de nuestras articulaciones acompasadamente en todas las direcciones. Este movimiento segrega un líquido viscoso en las articulaciones llamado líquido sinovial. El líquido sinovial reduce la fricción entre los cartílagos y otros tejidos en las articulaciones para lubricarlas y amortiguarlas durante el movimiento. Por lo tanto, movilidad, movilidad, movilidad… todos los días 10 minutos puede marcar la diferencia.
- Técnica de carrera. Los ejercicios de técnica de carrera se hacen para ser más eficientes en nuestra zancada pero también para fortalecer los músculos de los pies. Cuando se dice que se te cae la cadera al correr o que no empujas los suficiente con los pies suele ser debido a una debilidad muscular de los músculos de la pierna y los pies. Ejercicios como el skipping, el “segundos de triple”, las escaleras tienen todos como objetivo mejorar nuestra forma de correr y, consecuentemente, disminuirán el riesgo de padecer lesiones.
- Cross training. Esto quiere decir practicar otro deporte. A los corredores nos cuesta mucho “desperdiciar” una sesión de carrera por otra actividad que no sea correr. Pero los efectos positivos de montar en bici, nadar, ir al gimnasio o hacer Pilates son innegables. Una o dos veces por semana tenemos que realizar alguna de estas actividades que nos va a ayudar a fortalecer los músculos que se descompensan con tanta carrera.
- Nutrición. Muy difícil. Cuidar de la alimentación es extremadamente complicado si ya estamos haciendo deporte. Es muy fácil caer en teoría de pensar que ya que estamos corriendo podemos comer lo que queramos. Hay que cuidar la alimentación siempre, corramos o no. Evitar los azúcares, las grasas y el alcohol. Solamente siguiendo este consejo llegaremos muy lejos.
- Estiramientos. Se diferencia de la movilidad en cuanto a que los ejercicios de estiramiento se hacen sin movimiento. Un ejemplo sería intentar tocarse los pies con las manos e intentar aguantar esa posición durante 20 o 30 segundos. Los estiramientos son muy importantes e inciden más sobre las fascias de los músculos y las cápsulas articulares. Estirar por la noche viendo la televisión podría ser una buena opción.