Correr sin dolor de rodillas.

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En este artículo voy a hablar de mi experiencia personal. Lo quiero hacer por que supongo que alguno de vosotros puede que se encuentre en una situación similar a la mía. Esta no es otra que ser un aficionado al running, ya bien entrados los 40, actualmente sin lesiones y con un pasado estrechamente vinculado con problemas de rodilla. 

Más concretamente con dos lesiones: Una lesión aguda de menisco interno hace 7 años (como me dijo un amigo en ese momento, “se te ha puesto la rodilla como un botijo”.) y ese famoso término, condromalacia rotuliana, que llevo escuchando desde que tenía 30 años. Sigo corriendo, casi todos los días, sin dolores. En mi mente visualizo como desde que hice mis mejores marcas en maratón y media maratón, hace unos 10 años, mi forma física ha caído en picado. Me siento identificado con el término en inglés, free falling. Pero creo que desde hace un tiempo he conseguido tirar del freno de mano y parar esa caída. Incluso pienso que estoy ascendiendo otra vez hacia arriba como el submarinistas que sube lentamente, descomprimiendo, a la superficie. Por lo menos eso es lo que atesoran los tiempos en las carreras de los últimos años.

Pero no quería hablar de marcas y carreras. Quería escribir sobre esas dos lesiones que he mencionado anteriormente: Desgaste del menisco interno y del cartílago de la rodilla. Tengo consciencia que esas lesiones están ahi, pero eso no me ha impedido seguir practicando el deporte que me gusta. Muchos pacientes que vienen a mi consulta con ese diagnóstico hablan como si les hubieran sentenciado a muerte, deportivamente hablando. Yo no comparto esa teoría, pienso que se puede seguir corriendo con casi cualquier lesión de rodilla. La clave está en dar con la combinación ganadora, con ese ritmo de entrenamientos, cargas, terapias que nos posibiliten correr sin dolores, sin que se hinche o duela la rodilla. 

Es ahora cuando voy a desvelar mi secreto, mi santo grial para poder seguir corriendo con mis taras biomecánicas, a mi edad y con mi peso (por que el peso tampoco es excusa para no poder correr, como he escuchado muchas veces): 

  1. Constancia: Un gran entrenador me dijo una vez; si te paras de oxidas. No hay que correr todos los días, pero casi. Hay que mantener las articulaciones lubricadas y eso se consigue con el movimiento. Así que aunque solo sean 30 minutos, una vuelta en bici o un paseo largo con el perro, hay que moverse todos los días. 
  2. Ejercicios preventivos: El secreto está en esos diez o quince minutos de ejercicios suaves para mantener los músculos disparando de forma correcta y las articulaciones libres. No hay por que apuntarse a un gimnasio o ir a clases de yoga. En casa, antes o después de correr, se pueden hacer muchos ejercicios con gomas elásticas o con el propio peso corporal.
  3. Terapia Thimblex: Método terapéutico que he desarrollado en los últimos años. Es una forma diferente de ver las lesiones y que me está dando grandes resultados, tanto en mi propia rodilla como con mis pacientes. La idea detrás de este método es la siguiente. Con el ejercicio, con la edad, con las sobrecargas se crean inflamaciones y adherencias entre la piel y lo que se encuentre debajo de la misma. En el caso de la rodilla puede ser el tendón patelar o del cuádriceps, el espacio entre los huesos o simplemente el hueso. Cualquier persona puede hacer la prueba en casa. Tirar de la piel alrededor de la rótula hacia arriba usando dos dedos. Veréis como hay sitios en los que no se siente nada y otros en los que el pellizco es doloroso. Esto es debido a una adherencia. Para explicar esta teoría me gustaría citar a Andrej Pilat: “…en el sistema fascial superficial sano, la piel puede moverse fácilmente sobre la superficie de los músculos. En la fibromialgia o el dolor miofascial crónico, casi siempre está adherida, sin posibilidad de desplazamiento libre.” Liberar estas adherencias es muy efectivo limpiar la zona de sustancias tóxicas y mejorar el funcionamiento de músculos y tendones.  
  4. Mi arma secreta: La mejor forma de correr sin impacto. Para ello utilizo una bicicleta elitpica de que se llama Elliptigo. He sustituido muchos días de carrera por sesiones con esta bicicleta. Considero que los beneficios son muy similares a los de la carrera pero sin el ya famoso desgaste articular. 

 

En definitiva, el movimiento nos lleva hacia delante y yo he encontrado mi forma de correr “sin lesiones”. ¿Cuantos años podré seguir corriendo? Supongo que a no ser que me caiga o me resbale muchos años. Mi objetivo es poder seguir corriendo a mi mejor nivel. Esto quiere decir acabar las carreras con la sensación de haber competido a mi máximo nivel y, sobre todo, hacerlo sin dolores.