Os presento a Bob. Bob es la última incorporación a mi consulta. Es mi ayudante en la búsqueda de lo que yo llamo “stoppers”, adherencias que imposibilitan el libre movimiento entre piel – fascia – músculo y que son, a mi entender, los causantes de muchas de las lesiones crónicas en tendones y articulaciones. Es muy difícil realizar un buen tratamiento sin un buen diagnóstico y yo he encontrado esta forma efectiva para dar explicación a muchas dolencias, buscando la relación entre la calidad de la piel y ciertas lesiones. Solamente restableciendo el libre movimiento entre los tejidos – mediante las técnicas Thimblex – se conseguirá una curación duradera de lesiones crónicas como tendinopatías aquíleas, patelares o problemas de hombro como impingement, capsulitis o problemas con los rotadores.
Llevo ya más de 7 años probando, inventando, anotando y comparando distintas técnicas para el tratamiento de lesiones tendinosas y articulares. Todo este proceso es parte de mi terapia Thimblex que sigo desarrollando día a día, paciente tras paciente.
Para entender mejor mis ideas aquí puedes leer algunas teorías que tratan de explicar la compleja relación entre los tejidos subcutáneos:
“Andrzej Pilat (2003) describe como en el sistema fascial superficial sano, la piel puede moverse fácilmente sobre la superficie de los músculos. En la fibromialgia o el dolor miofascial crónico, casi siempre está adherida, sin posibilidad de desplazamiento libre.
Fama y Bueti (2011) describen que cuando el tejido fibroso se irrita forma adherencias que comprometen el funcionamiento de la fascia, limitan la circulación a través del tejido subyacente e inhiben la función debido a la isquemia.
Tom Myers en su libro Anatomy Trains describe tres causas de adherencias fasciales: lesión, desuso e inflamación. Las adherencias dan como resultado un movimiento limitado entre las fascias que envuelven los músculos y hacen que éstas se adhieran unas a otras. El deslizamiento entre la piel y los músculos se limita. También disminuye el flujo linfático y sanguíneo.
Quinn (2012) describe la formación de adherencias fasciales: las adherencias se forman por diversos motivos, como el desuso, la falta de estiramientos o las lesiones. La fascia y el tejido muscular subyacente pueden quedar unidos. Esto se llama adhesión y da como resultado un movimiento muscular restringido. También causa dolor y disminuye el rango de movimiento.
Stecco habla sobre un aumento de la viscosidad en el área lesionada que disminuye el deslizamiento entre el músculo y la fascia. También disminuye la activación de los músculos y esto provoca un reclutamiento inadecuado de las fibras.
El tratamiento con Thimblex se centra principalmente en eliminar las restricciones entre las láminas de tejido conectivo, especialmente entre la piel y la fascia superficial del músculo. Con el tratamiento Thimblex las adherencias pueden transformarse de una sustancia similar a un gel (que limita el movimiento) a un estado de más acuoso y flexible (Mark Lindsey, 2005).
Este nuevo estado restaurará la movilidad y la flexibilidad, abrirá las líneas de comunicación en todo el cuerpo al borrar la memoria somática del tejido, eliminará sustancias tóxicas que han quedado atrapadas en la malla de fibras y resolverá el dolor de los tejidos blandos. Todo esto permitirá que los vasos sanguíneos y los vasos linfáticos se dilaten (se abran), lo que aumentará la circulación de ambos fluidos.”