La historia de Thimblex: De una lesión a una solución innovadora
En 2013, durante una carrera de 5 kilómetros en los bosques de Wimbledon, sufrí una lesión en el menisco interno de la rodilla izquierda. Al día siguiente, tuve que tomar un avión a Los Ángeles, y al aterrizar, mi rodilla estaba completamente inflamada y dolorida. Lo lógico habría sido operarme, como recomendaban algunos médicos, pero decidí optar por una rehabilitación menos invasiva.
Fue entonces cuando tuve una idea inesperada: utilizar dedales para tratar el edema. Compré unos en Walmart y comencé a experimentar. Para mi sorpresa, en pocas semanas ya estaba trotando nuevamente, y desde entonces, mi rodilla no me ha vuelto a dar grandes problemas.
De un descubrimiento personal a una innovación patentada
Seis años después, no solo había corrido tres maratones, unas diez medias maratones y muchas otras carreras, sino que también había convertido mi hallazgo en un producto real. Al ver los beneficios de mi método, decidí diseñar mis propios dedales. Contacté con un diseñador en San Francisco, gestioné la producción en China y conseguí una patente en la USPTO.

Desde entonces, he tratado a cientos de pacientes en mi consulta en San Diego, perfeccionando protocolos y descubriendo en qué lesiones los Thimblex tienen mayor impacto.
¿Qué hace únicos a los Thimblex?
Estos dedales están diseñados específicamente para aplicar técnicas de presión negativa y tratar las fascias en profundidad. Su material, textura y diseño garantizan una adherencia óptima a la piel, facilitando el trabajo manual sin necesidad de aplicar fuerza excesiva.
No es un método milagroso, pero sí una herramienta innovadora que puede marcar la diferencia en la recuperación y el rendimiento físico.